La Quiropráctica en el Deporte

La práctica de un deporte exige estar en las mejores condiciones posibles para que el cuerpo pueda funcionar a pleno rendimiento. La Quiropráctica, al eliminar las interferencias del sistema nervioso, libera la vitalidad del organismo, su “inteligencia innata”, como se conoce en ámbitos quiroprácticos a la capacidad de auto-regeneración del organismo, que lleva a cabo los procesos de recuperación y mantiene las funciones vitales a su nivel óptimo. Los ajustes podrán realizarse, si así lo requieren las necesidades, tanto en la columna vertebral y cráneo, como en otras articulaciones y tejidos del cuerpo.

Además de las consecuencias que derivan de la práctica intensiva de su deporte, los deportistas sufren a lo largo de su vida profesional un cierto número de lesiones. Aunque se hayan recuperado de sus síntomas y hayan podido reanudar la actividad deportiva, esos accidentes participan en el desarrollo de las subluxaciones, tanto a nivel vertebral como en las extremidades. Con el efecto acumulativo de esas lesiones, ese proceso se traduce en una disminución progresiva del rendimiento físico.

Los deportistas pueden encontrar en el cuidado quiropráctico la ayuda que precisan para recuperarse de lesiones, y más importante todavía es la capacidad del quiropráctico para intervenir corrigiendo las subluxaciones con total independencia de la presencia o no de síntomas particulares, optimizando así el rendimiento del organismo.

Institucionalmente, la Federación Internacional de la Quiropráctica del Deporte (Fédération Internationale de la Chiropractique du Sport, FICS, organismo con sede en Lausana, Suiza) es colaboradora oficial del Comité Olímpico Internacional y de varias federaciones deportivas; organiza la participación de quiroprácticos en las grandes competiciones internacionales, poniendo el cuidado quiropráctico a disposición de los equipos que no disponen de su propio doctor en Quiropráctica.

Deportistas de algunos países, como el caso de Estados Unidos, donde la quiropráctica está más desarrollada, suelen estar bajo cuidado quiropráctico, tanto a lo largo del año con mantenimiento regular, como durante las mismas competiciones.