Una subluxación es un cambio funcional, estructural o incluso patológico que compromete la función del sistema nervioso, pudiendo influir en la actividad de otros sistemas y en la salud. Una o más vértebras se “desplazan”, pierden su correcta alineación, y provocan un pinzamiento o irritación en los nervios y, por consiguiente, en aquellas zonas controladas por dicho sistema nervioso.
En el 90% de los casos la subluxación no produce dolor físico, ya que sólo un pequeño porcentaje de los nervios están asociados a fibras de dolor. Sin embargo su efecto dañino es inmediato, debilitando el cuerpo y su rendimiento a todos los niveles.
Las causas principales de subluxaciones son el estrés físico (caídas, golpes, accidentes de automóvil, malas posturas, lesiones deportivas, sobreesfuerzos…), el estrés químico (tabaco, contaminación, mala alimentación, automedicación inadecuada…) y el estrés emocional (estrés laboral, problemas familiares, problemas sentimentales…).
Cuando aparece alguno de estos tres tipos de estrés, origina una alteración en el movimiento de una o más vértebras; esta alteración de movimiento es la subluxación, que a su vez provoca un pinzamiento en un nervio. El sistema nervioso deja de funcionar al 100%, ya que tiene una interferencia; la salud comienza a disminuir, aparece una patología y por último aparece el síntoma.
La especialidad del quiropráctico es encontrar y corregir la subluxación vertebral. A partir de ahí, es el propio cuerpo el que se va regenerando y el que va recuperando la salud perdida.