CONSECUENCIAS DE LLEVAR TACONES ALTOS

No vamos a engañarnos, a muchas mujeres nos encantan los tacones y podemos llegar a soñar con un par que hemos visto en algún escaparate, sin embargo ¿sabes cómo afectan a nuestro cuerpo?

Sabemos que los tacones altos alteran nuestra postura, de hecho en parte es una de las cosas que a priori nos gustan de ellos: estilizan las piernas, nos hacen ganar unos centímetros de altura y resaltan los músculos de nuestras piernas entre otras cualidades. No obstante, aparte de poder llegar a ser muy incómodos, se relacionan con daños y lesiones que, a largo plazo, pueden acarrearnos problemas más serios.

Al estar descalzos, los metatarsos soportan el 43% de nuestro peso, mientras que el talón soporta el 57%. Según aumenta la altura de los tacones, el porcentaje de peso que soportan los metatarsos aumenta hasta el 90 o incluso el 100% en tacones de unos 10 cm.

Algunos de los posibles riesgos de llevar tacones altos de manera habitual son:

• Esguinces en los tobillos: la musculatura del tobillo recibe más tensión y en una postura que no es la natural; en esta posición el pie tiene menor grado de rotación y menos margen de respuesta ante una torcedura.
• Callos, bultos y juanetes: sobre todo si los zapatos son demasiado ajustados, duros o caminamos demasiado con ellos puestos.
• Metatarsalgia: es el dolor en la parte de la almohadilla de los dedos del pie debido al aumento de presión en esta zona.
• Dedos en martillo: la musculatura puede cargarse y contraerse haciendo que los dedos se encojan.
• Bursitis retrocalcánea: debido a la presión que ejercen las tiras alrededor del tendón puede formarse una bursitis que se aprecia como un bulto detrás del talón.
• Neuroma de Morton: es un engrosamiento del nervio en el espacio entre los metatarsos. Los síntomas típicos son entumecimiento en la zona, dolor y calambres en los dedos.
• Osteoartritis en las rodillas: la presión que reciben nuestras rodillas es mucho mayor de la que están diseñadas para soportar, provocando que haya desgaste y degeneración.
• Cambios posturales: llevan todo nuestro peso sobre la punta de los pies, provocando que el resto del cuerpo tenga que acomodarse a esta nueva postura: aumenta la curva lumbar y el pecho y la cabeza se van hacia anterior. Esta postura puede provocarnos síntomas dolorosos en diversas partes del cuerpo: lumbares, hombros, cuello, piernas…
• Contracturas musculares: los gemelos tienen que permanecer en contracción, haciendo una tensión continuada. El uso habitual de los tacones puede llevar a un acortamiento de la musculatura e inflamación en el tendón de Aquiles que se mantiene incluso cuando no llevamos los tacones. Por otro lado, los cuádriceps y el recto anterior compensan la tensión de los gemelos y se contraen también.  

¿Qué soluciones hay para reducir los daños?

Lo mejor es dejar de utilizarlos o limitarlos a ocasiones especiales. Es mejor utilizar un tacón bajo de unos 2 cm, que eleva ligeramente el talón y compensa el porcentaje de peso que soporta el pie igualando la presión en la punta y el talón uniformemente.

Si a pesar de todo, quieres seguir usando tacones altos, comparto algunos consejos para que el uso sea el mejor posible.  

• Usa un zapato cómodo. Lo sé, altura y comodidad no suelen ir de la mano pero es recomendable elegir los que llevan una almohadilla o un pequeño alza en la punta para contrarrestar algo de altura del tacón.
• Utiliza plantillas específicas para reducir la presión sobre el pie.
• Si son nuevos, úsalos en casa antes para que el pie se amolde a ellos y viceversa.
• Elige bien la talla: si es más grande los dedos del pie irán en tensión y si es más pequeño provocará rozaduras.
• Ensánchalos si son estrechos. Un truco casero es meterlos con una bolsa de agua en el congelador, así cuando el agua se congele la bolsa aumentará de tamaño y ayudará a agrandar ligeramente el zapato (atenta al tejido del zapato para que no se estropee en el congelador).
• Trata de caminar y permanecer de pie lo menos posible cuando los lleves puestos y, por supuesto, evita correr.
• Masajea tus piernas y tus pies después de usarlos, para ayudar a relajar la musculatura y contribuir al drenaje linfático y a la circulación.
• Haz estiramientos: coloca una pelota de tenis o similar en el suelo y písala con la planta del pie haciendo presión sobre la planta desde los dedos hasta el talón
• Haz ejercicio: para ayudar a que tus músculos estén fuertes.
• Acude a tu podólogo para revisar el estado de tu pisada y de tus pies.
• Acude a tu quiropráctico para revisar el estado de tu columna vertebral y tus articulaciones.

Ahora que lo sabes… ¿estás dispuesta a seguir usándolos?

¿Quieres saber más? Consúltanos o pide cita en nuestro Centro Quiropráctico.

Sincerely, we are a lot of women that love high heels and we even can dream with a pair of them we have seen previously in a shop. Do you know, however, which are the harmful effects of them to our body?

When we are barefoot, the metatarsus support the 43% of our weight, and our heels support the remaining 57%. As the heels’ height increases, the percentage of our weight that metatarsus have to support rises up to the 90% or even the 100% in 10cm heels.

On the one hand, we know that high heels may alter our posture, these changes are, in fact, one of the qualities that we love of them: our legs look more contoured and more pronounced, we look taller and the leg’s muscles look more defined. But, in the other hand, they can be very uncomfortable and they are related with some disorders and lesions that, over time, can develop into serious diseases.

Some of the harmful effects of wearing high heels regularly are:

• Ankle sprains: the ankle’s muscles receive more tension suffering such unnatural posture; the feet have less rotation degree and less capacity of response if you twist your ankle.
• Calluses, lumps and bunions: especially if the shoes are tight, tough or if you walk during long periods.
• Metatarsalgia: is a pain affecting the toes’ pads due to the increase of pressure over the area.
• Hammertoes: the toe’s muscles can be contracted making the toes to adopt a curled position.
• Pump bump: the high heels’ straps wrapped around the heel may cause intense friction over the heel, forming a bump on this area.
• Morton’s neuroma: is a thickening of the nerve between the toes. The most common symptoms are: numbness, sharp pain and burning sensation on the toes and in the ball of the foot.
• Osteoarthritis in the knees: the pressure that the knees have to support is bigger than the pressure they are designed for, and may lead to wearing and degeneration of the same.
• Postural changes: while wearing high heels, all our body-weight is projected towards the ball of our feet. Such posture makes our body to accommodate to that position, increasing the lumbar lordosis and making the chest and the face to go towards anterior position. This posture can provoke painful symptoms on different parts of the body:  low back spine, shoulders, neck, legs…
• Muscular contractures: the calves have to retain the contracted position, keeping a prolonged tension. The regular use of high heels may lead to a shortening of the muscles and swelling of the Achilles tendon that may continue even while not wearing such shoes. Furthermore, quadriceps and anterior rectum compensate the aforementioned tension accumulated over the calves, and also get contracted.

Which solutions can we apply for reducing the dangers?

If you still want to wear high heels, I’m sharing some helpful tips for making the best possible use of them:

The best thing you can do is to stop wearing high heels or wearing them only on special days. It is better wearing a low heel, like 2 or 3 cm because they lift the heel a bit, so the percentage of weight that the feet have to support is the same in the heel and in the metatarsus.

• Use some comfortable shoes. I know it is not easy being high and comfortable at the same time, but it is recommended to choose shoes with an airbag or a little raised insole to counteract the height.
• Use specific insoles to reduce the pressure on the ball of the foot.
• If they are new, use them first at home to make your feet used to them and vice versa.
• Choose your correct size, because if they are bigger in size your toes will be contracted while walking and if they are smaller they will provoke calluses.
• Make wider your shoes if they are tight. One thing that you can do at home is to put a bag of water on the shoe and put them inside the freezer, so when the water turns into ice the bag will become bigger and it will do some internal pressure on the shoes’ tip (Be careful with the shoes’ fabric, it may be damaged in the freezer!).
• Try to walk and remain still on your feet the less possible while wearing them and, of course, do not run wearing heels.
• Massage your legs and feet after wearing them, to help relaxing your muscles and to contribute to the lymphatic drainage and to the blood circulation. 
• Do some stretchings: put a tennis ball under your foot and make movements with some pressure from your toes to the heels
• Do some exercises to help your muscles strengthen
• Go to your podiatrist to check your footstep and your feet.
• Go to your chiropractor to check your spine and your joints

Now you know… are you thinking of wearing high heels yet?

Do you want to know more? Do not hesitate in consulting us or asking for an appointment.